1. Kosovo
El término Guerra de Kosovo o conflicto de Kosovo es frecuentemente utilizado para describir dos conflictos que tuvieron lugar, de manera consecutiva, con un cierto solapamiento (una guerra civil seguida de una guerra internacional) en el sur de la provincia serbia llamada Kosovo (oficialmente Kosovo y Metohija), parte de la antigua Yugoslavia. En 2008 la provincia yugoslava se autoproclamó independiente, con un mínimo reconocimiento internacional con el nombre de República de Kosovo. Los dos conflictos fueron:
1996-99: Conflicto de guerrilla entre los separatistas albaneses y
las fuerzas de seguridad serbias y yugoslavas, donde los albaneses se autodenominaban movimiento separatista mientras que las fuerzas serbias los llamaban terroristas.
1999: Guerra entre Yugoslavia y las fuerzas de la OTAN entre
el 24 de marzo y el 10 de junio de 1999, período durante el cual las fuerzas de la OTAN realizaron bombardeos continuos contra objetivos yugoslavos. Los combatientes albaneses continuaron atacando las fuerzas serbias y los civiles serbios de Kosovo, mientras que las fuerzas serbias continuaron atacando a los rebeldes y civiles albaneses produciendo una limpieza étnica que culminó con desplazamientos masivos de la población hacia países vecinos, en donde se instalaron en condiciones precarias, sin agua y alimentos sobre campos de refugiados.
1.1 Kosovo bajo el gobierno Serbio (1990 – 1996)
Kosovo bajo el gobierno serbio (1990-1996) Al abolir el estatuto autónomo de Kosovo (al igual que el de la provincia de Vojvodina), no se eliminaron sus puestos en el Consejo de la presidencia federada, dándole a Serbia tres de ocho votos, (más el apoyo casi permanente de Montenegro, cercana a Serbia). La única manera de establecer un contrapeso era con una frágil alianza entre Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Macedonia.
Los cambios introducidos fueron refrendados en una votación donde participaron sólo los habitantes de Serbia (mayoría) y Kosovo y significaron el cambio de 115.000 empleos de albaneses a serbios en Kosovo, la eliminación de periódicos, radio y televisión de habla albanesa y la expulsión de 800 profesores y 22.500 de los 23.000 estudiantes de la Universidad de Pristina, según fuentes albanas.
Bajo la dirección de Ibrahim Rugova, de la Liga democrática por Kosovo se organizó la resistencia pacifista, se llamó a la desobediencia civil y tributaria, al boicot de la presencia serbia y yugoslava en la provincia y a la no participación en elecciones, la creación de escuelas, clínicas y hospitales paralelos. El gobierno en la sombra así formado, organizó un referéndum sobre la independencia de Kosovo, que según los organizadores reunió cerca de un millón de votos aprobando la creación de la República independiente de Kosovo y más adelante eligiendo a Rugova como presidente. El gobierno declaró ilegales ambos referendos y anuló sus resultados.
1.2 El camino hacia la guerra
La política de resistencia pacífica de Rugova tuvo por efecto el mantener a Kosovo en paz durante las cruentas guerras en Eslovenia, Croacia y Bosnia y Herzegovina al principio de la década de 1990. Pero está política hizo crecer el sentimiento de frustración en la población de Kosovo. En los Acuerdos de Dayton del 1996 no se trató específicamente el caso de Kosovo, y las solicitudes de Rugova del envío de una fuerza de la ONU para el mantenimiento de la paz en Kosovo no fueron escuchadas. Milosevic, en ese momento, ya era presidente de lo que quedaba de Yugoslavia: Serbia y Montenegro.
Slobodan
Milosevic
Los cambios de política introducidos en Kosovo produjeron la radicalización de muchos albaneses, que adoptaron como solución la lucha armada. El 22 de abril del 1996, cuatro ataques simultáneos contra objetivos civiles en diferentes partes de Kosovo marcaron el inicio de las hostilidades. El Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) organización hasta ese momento desconocida, se atribuyó la responsabilidad.
La estrategia de este grupo se mantuvo constante desde el principio: provocar a las fuerzas serbias de manera que la respuesta, cada vez más desproporcionada, produjera rechazo y, con ello, mayor apoyo a la causa albana.
El ELK fue visto como una fuerza legítima de resistencia ante el opresor por los albanos de Kosovo, y como una organización terrorista por los serbios. Internacionalmente, la posición sobre esta organización fue ambigua. Se la llamó organización terrorista, pero no se impuso ni bloqueo de fondos ni de armas.
En el 1997, la crisis de poder en Albania ocasionó un caos que permitió que grandes cantidades de material bélico del ejército albanés terminara en las manos del ELK en la provincia de Kosovo, tomando el conflicto las características de una guerra de guerrillas entre las fuerzas del gobierno central más algunas unidades secretas en contra del ELK.
Hacia finales del 1998, se contaban cientos de muertos y cerca de 300.000 desplazados, según fuentes albanas, y 25.000 según las fuentes consultadas por la BBC. Los refugiados albanokosovares se desplazaron mayoritariamente hacia la Antigua República Yugoslava de Macedonia, amenazando la frágil unidad establecida en ese país. Una guerra civil en la Antigua República Yugoslava de Macedonia pondría sobre el tapete las reclamaciones territoriales de sus vecinos Serbia, Albania, Grecia y Bulgaria, con grandes posibilidades de desestabilización en toda la región. Es en este contexto cuando la OTAN y la Unión Europea deciden actuar.
El plan de paz para Kosovo incluía un cese el fuego, la renuncia a las aspiraciones de independencia del ELK y el despliegue de fuerzas de paz en Kosovo. Sin embargo, la tregua duró muy poco tiempo, entre octubre y diciembre del 1998.
1.3 Racak y la Conferencia de Rambouillet (enero – marzo de 1999)
Los ataques del ELK y las respuestas serbias continuaron y tuvieron su punto culminante con el ataque conjunto de la policía serbia y el ejército yugoslavo al pueblo de Racak donde murieron 45 albaneses. El incidente fue considerado como una masacre en occidente y por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, convirtiéndose en la base de uno de los cargos por crímenes de guerra contra Milosevic y sus altos oficiales. Según fuentes serbias los albaneses murieron en combate, sin embargo, el Tribunal Criminal Internacional para la Antigua Yugoslavia documentó varios casos de asesinatos en Racak (el juicio a Milosevic no pudo concluir debido a la muerte de éste el 11 de Marzo de 2006).
El 30 de enero de 1999, la OTAN decidió introducir en Kosovo una fuerza de interposición. En su anuncio adicionalmente agregó:
La OTAN informa estar preparada para lanzar ataques aéreos
a objetivos yugoslavos con el fin de forzar un arreglo político del conflicto. Claramente se anunciaban bombardeos si el gobierno de Milosevic no llagaba a un acuerdo de paz con el ELK, pero también estaba la amenaza velada al ELK de dejarlos solos de no llegar a un acuerdo.
El grupo de Contacto formado propuso una serie de principios
no negociables, que incluían el regreso al estatuto de autonomía de Kosovo anterior a 1990 y la introducción de instituciones democráticas transparentes con supervisión internacional. Igualmente se convocó a una conferencia de paz que se llevó a cabo en el Castillo de Rambouillet, en las afueras de París.
La conferencia de paz de Rambouillet tuvo lugar entre febrero y marzo de 1999. En el informe final, las partes se comprometían en los puntos siguientes:
Establecer un estatuto de autonomía para Kosovo que incluyera
elecciones libres y transparentes, protección a los derechos humanos y un régimen judicial independiente.
Las reglas para la presencia internacional en la región serían
establecidas en una conferencia inmediatamente posterior a la primera.
El establecimiento de un cese al fuego, evitando las partes
provocar y responder a provocaciones que pudieran poner en peligro el acuerdo obtenido.
Al final, el acuerdo no fue firmado por serbia, cuya delegación propuso más adelante una versión corregida que eliminaba principalmente el acceso a las fuerzas de la OTAN al territorio de Yugoslavia.
Tras el fracaso de la Conferencia de paz de Rambouillet se retiraron los observadores internacionales. El 22 de marzo, la asamblea serbia, ante la inminencia de los bombardeos de la OTAN, aceptó el principio de autonomía de Kosovo, pero condenó los resultados de la conferencia desautorizando a su delegación por haber negociado con terroristas. Esto no fue suficiente para frenar la intervención militar de la OTAN que se inició el 24 de marzo.
1.4 Campaña de bombardeos de la OTAN
Los bombardeos de la OTAN duraron desde el 24 de marzo hasta el 10 de junio de 1999. Se usaron 1.000 aeronaves operando desde bases situadas en Italia y portaaviones en el Mar Adriático. Los misiles más usados fueron los Tomahawk (misil de crucero), los cuales eran lanzados desde aeronaves, barcos y submarinos. Aunque todos los miembros de la OTAN llegaron a involucrarse en mayor o menor grado, los Estados Unidos fueron el miembro dominante de la coalición contra Serbia. También destacó Grecia, que desempeñó un papel crucial a pesar de su oposición pública a la guerra. Durante las diez semanas que duró el conflicto bélico los aviones de la OTAN realizaron 38.000 misiones de combate.
Misil de crucero Tomahawk
1.5 Consecuencias de la guerra
Al finalizar la guerra, el 10 de junio, tanto Kosovo como Yugoslavia se enfrentaron a un futuro incierto.
El primer problema, el de los refugiados albaneses, fue resuelto en gran parte de forma muy rápida: En tres semanas, cerca de 500.000 refugiados albaneses regresaron a sus hogares. Hacia finales de noviembre de 1999, según cifras de la ACNUR, más de 800.000 de los 850.000 desplazados ya habían regresado a sus hogares. Sin embargo, gran parte de la población serbia de Kosovo fue desplazada de la provincia debido a los ataques de venganza, junto con las poblaciones de otros orígenes. La Cruz Roja yugoslava dio cifras de cerca de 250.000 refugiados, la mayoría de ellos de origen serbio. En poco tiempo, la población de origen serbio en Kosovo se redujo a menos de un cuarto de la que había antes de la guerra.
Cientos de refugiados albaneses aguardan para entrar en Albania
Las bajas civiles producidas durante los ataques de la OTAN se estiman que fueron entre 1.200 y 5.700 civiles, según las autoridades serbias y en 500 según Human Rights Watch. Con respecto a las fuerzas militares yugoslavas, la OTAN estima que un máximo de 5.000 bajas ocurrieron durante el conflicto, mientras que los serbios dieron la cifra de 576 efectivos muertos (462 soldados y 114 policías). Luego de finalizada la guerra, se desenterraron cerca de 4.500 cuerpos de albaneses en su mayoría. Se estima que el total de bajas albanesas se acerca a los 10.000 muertos. Esta cifra es disputada todavía en la actualidad. Pero dista mucho de la cifra de 500.000 hombres supuestamente desaparecidos anunciada antes de finalizado el conflicto.
Dado que no hubo combates en los que participaran las fuerzas de la OTAN, sus bajas fueron muy reducidas. La mayoría de ellas ligadas a operaciones aéreas y a accidentes ocurridos durante los combates. La destrucción producida en las fuerzas yugoslavas tampoco fue muy grande. Fueron destruidos 50 aparatos de la fuerza aérea yugoslava, pero la mayoría de los tanques atacados en tierra fueron señuelos. De acuerdo con el diario londinense The Time un total de 13 tanques serbios fueron destruidos. Las baterías antiaéreas no fueron utilizadas y por tanto no fueron descubiertas, lo que obligó a la aviación de la OTAN a volar a gran altura para evitarlas durante todo el tiempo que duraron los bombardeos.
Un estudio realizado por Spiegel y Salama, publicado en The Lancet, Vol 355, June 24, 2000, estima en 12.000 el total de bajas ocurridas durante la guerra de Kosovo.
2. Sarajevo
Durante la guerra en Bosnia y Herzegovina la ciudad de Sarajevo estuvo sitiada durante casi 4 años, desde Abril del 1992 hasta Marzo del 1996, y por lo tanto no sólo rodeada por el ejército serbo-bosnio, sino también completamente aislada del exterior. Los habitantes de Sarajevo que no lograron escapar antes de que estallara la guerra tuvieron que pasar 4 largos años constantemente amenazados por las bombas y los francotiradores cuando iban a comprar el pan o buscar agua, y 4 largos inviernos sin calefacción y apenas nada que comer. Se estima que unas 12.000 personas perdieron sus vidas durante el asedio de Sarajevo y otras 5.000 fueron heridas. Y durante todo ese tiempo la única manera de salir de Sarajevo era a través del aeropuerto, controlado por las Naciones Unidas para hacer llegar víveres a la ciudad (y para controlar que el ridículo embargo armamentístico se cumpliera).
Sarajevo durante la guerra
Después de los ataques constantes sobre Sarajevo durante todo el 1992, con una media de 330 impactos de bomba por día y 3.777 en su punto álgido (el día 22 de julio), a principios del 1993 la situación era insostenible.
Así que en enero un grupo de voluntarios de las fuerzas armadas bosnias empezaron a cavar un túnel desde una casa cercana al aeropuerto, de la familia Kolar, para conectar la ciudad con su único punto de salida. El túnel, de 1'5x1'5 metros y casi un kilómetro de longitud, se acabó de construir a mediados de ese año. Se calcula que unas 300.000 personas lograron salir a través de él, y todo tipo de armamento y municiones lograron entrar. En realidad, según muchos, fue gracias al túnel que Sarajevo resistió el asedio durante tanto tiempo a pesar del embargo.
3. Bosnia
La Guerra de Bosnia fue el conflicto internacional que sucedió en Bosnia y Herzegovina del 6 de abril de 1992 al 14 de diciembre de 1995. Fue causada por una compleja combinación de factores políticos y religiosos: exaltación nacionalista, crisis políticas, sociales y de seguridad que siguieron al final de la guerra fría y la caída del comunismo en la antigua Yugoslavia. Al desintegrarse la ex Yugoslavia en 1991, con la independencia de Croacia y Eslovenia los líderes nacionalistas serbobosnios como Radovan Karadzic y serbios como Slobodan Milosevic se marcan como objetivo principal que todos los serbios diseminados por las distintas repúblicas que componían Yugoslavia vivan en un mismo país.
Radovan Karadzic
En febrero de 1992, el pueblo de Bosnia-Herzegovina decide en referéndum su independencia de la República Federal Socialista de Yugoslavia, en una votación boicoteada por los serbobosnios. La sección del Ejército Popular Yugoslavo en Bosnia-Herzegovina fiel al referéndum se organizó en el Ejército de la República Bosnia-Herzegovina (ARBiH), mientras los serbios formaron el Ejército de la República Srpska (VRS).
En un principio los serbios ocuparon el 70% del territorio de Bosnia-Herzegovina, pero al unir sus fuerzas el Consejo Croata de Defensa y el ARBiH la guerra toma otro rumbo y las fuerzas serbias se ven derrotadas en la Batalla de Bosnia Occidental. La participación de la OTAN, durante 1995 contra las posiciones del VRS internacionalizó el conflicto, pero sólo en sus etapas finales. La alianza bosniocroata ocupó un 51% del territorio de Bosnia-Herzegovina y llegó hasta las puertas de Banja Luka. Al ver peligrar su capital de facto los líderes serbios firmaron el armisticio y la guerra terminó oficialmente con la firma de los Acuerdos de Dayton en París el 14 de diciembre de 1995.
La guerra duró poco más de tres años y causó cerca de 100.000 víctimas entre civiles y militares y 1,8 millones de desplazados, según informes recientes. De las 97.207 víctimas totales documentadas, el 65% fueron bosnios musulmanes y el 25% serbios. Dentro de las víctimas civiles, el 83% correspondió a bosnios.
3.1Disolución de Yugoslavia
La Guerra en Bosnia-Herzegovina está relacionada con la disolución de Yugoslavia. La crisis apareció en Yugoslavia con el debilitamiento del sistema comunista, que a su vez fue parte de cambios mayores que ocurrieron en el mundo tras el final de la guerra fría. En el caso de Yugoslavia, el Partido Comunista de Yugoslavia de ese país estaba perdiendo su potencia ideológica bajo el predomino de ideologías nacionalistas y separatistas hacia finales de 1988 e inicios de 1989. Este cambio se notaba principalmente en Serbia y Croacia, algo menos en Bosnia-Herzegovina, y aún menos en Eslovenia y Macedonia.
Este proceso aceleró el ingreso de Slobodan Milosevic a la escena política en Serbia, un hombre que empezó su carrera política como respuesta al despertar de ideologías nacionalistas y se posicionó como un líder moral de los Serbios en Kosovo en 1989. Los objetivos políticos de Milosevic eran consolidar su propio poder y lograr la dominación de la Federación Yugoslava, incluyendo la dominación de Serbia que era la república más poblada de la federación. Luego se cimentaría un firme control de las políticas serbias.
Para alcanzar estos objetivos, Milosevic planeó varios procesos que llevaron a la instalación de su gabinete político principalmente en Vojvodina y Montenegro. La crisis en Yugoslavia se profundizó tras la caída del gobierno de Kosovo que tenía una mayoría albanesa. Continuando estos procesos, Milosevic tomó el control de casi la mitad de Yugoslavia y con votos adicionales influenció fácilmente las decisiones del Gobierno federal. Esta situación hizo reaccionar a las otras repúblicas, empezando por Eslovenia.
En el 14º Congreso del Partido Comunista, llevado a cabo el 20 de enero de 1990, Milosevic aplicó su dominio por primera vez, obstruyendo varias enmiendas constitucionales que la delegación eslovena propuso en un intento para restablecer el balance del poder en la Federación. El Congreso terminó con las delegaciones eslovenas y croatas abandonando la reunión, lo que podría considerarse como el inicio de la disolución de Yugoslavia.
La crisis se agudizó cuando elementos nacionalistas tomaron el poder para ir en contra de las políticas de Milosevic, entre ellos, el croata Franjo Tudjman fue el más prominente. Eslovenia y Croacia iniciaron poco después el proceso que llevó a su independencia, lo que causó un conflicto armado. Éste fue especialmente intenso en Croacia, que tenía una sustancial población serbia.
Franjo Tudjman
3.2 Situación pre – guerra en Bosnia – Herzegovina
Bosnia y Herzegovina ha sido históricamente un Estado multiétnico. Según el censo de 1991, Bosnia-Herzegovina tenía una población de 4.354.911 habitantes, divididos así:
Bosníacos, 43,7%
Serbios, 31,3%
Croatas, 17,3%
Yugoslavos, 5,5% (se consideran a sí mismos como yugoslavos; en
la ex Yugoslavia la población que se declarada a sí misma como yugoslava apenas alcanzaba un 1%).
Hay una fuerte correlación entre la identidad étnica y la religión:
90% de los bosníacos son musulmanes
93% de los serbios de bosnia son cristianos ortodoxos
88% de los croatas de bosnia son católicos
En las primeras elecciones multipartidistas que tuvieron lugar en noviembre de 1990 en Bosnia y Herzegovina, vencieron los tres mayores partidos étnicos en el país: el Partido de Acción Democrática bosnio, el Partido Democrático Serbio y la Unión Democrática Croata.
Las partes dividieron el poder entre las distintas etnias: mientras que el Presidente del Gobierno de la República Socialista de Bosnia y Herzegovina era un bosnio, el Presidente del Parlamento era un serbio de Bosnia y el Primer Ministro un croata.
Distribución de los tres principales grupos étnicos de Bosnia y Herzegovina en 1991 por municipios. Los serbios de Bosnia se muestran en rojo, los bosnios en verde y los croatas de Bosnia en azul. La línea fronteriza post Dayton entre las entidades se muestra en blanco
3.3 Información general
El Ejército Popular Yugoslavo (Jugoslovenska narodna armija, JNA) dejó oficialmente Bosnia y Herzegovina el 12 de mayo de 1992, poco después de la independencia, declarada en abril. Sin embargo, la mayor parte de la cadena de mando, armamento, y el personal militar de mayor rango, incluido el general Ratko Mladic, permanecieron en Bosnia y Herzegovina en el Ejército de la República Srpska (Vojska Republike Srpske, VRS). Los croatas organizaron una formación defensiva militar propia llamado el Consejo Croata de Defensa (Hrvatsko Vijece Obrane, HVO) como fuerzas armadas de la auto-proclamada Herzeg-Bosnia, y las Fuerzas Croatas de Defensa (Hrvatske Obranbene Snage, HOS).
La mayoría de los bosnios se organizaron en el Ejército de la República Bosnia-Herzegovina (Republike Armija Bosne i Hercegovine, RBiH). Este ejército tiene un buen número de no bosnios (alrededor del 25%), especialmente en el 1er. Cuerpo en Sarajevo. El comandante adjunto del Ejército bosnio, el general Jovan Divjak fue la más alta jerarquía de etnia serbia en el ejército bosnio. El general Stjepan Siber, de etnia croata fue el segundo comandante adjunto. El presidente Alija Izetbegovic también nombró al coronel Blaz Kraljevic, comandante del Consejo Croata de Defensa en Herzegovina, como miembro del cuartel general del Ejército bosnio, siete días antes de su asesinato, con el fin de reunir un frente multiétnico bosnio de defensa.
Alija Izetbegovic, presidente de la república de Bosnia y Herzegovina
Varias fueron las unidades paramilitares que operaron en la guerra de Bosnia: los serbios Aguilas Blancas (Beli Orlovi), los Tigres de Arkan, la Guardia Serbia de Voluntarios (Srpska Dobrovoljacka Garda), los bosnios Liga Patriótica (Patriotska Liga) y los Boinas Verdes del Ejército de Bosnia y Herzegovina (Zelene Beretke) y los croatas de las Fuerzas de Defensa Croata (Hrvatske Obrambene Snage).
Los Tigres de Arkan, una de las múltiples unidades paramilitares que participaron en la guerra de Bosnia
Los paramilitares serbios y croatas que participaron voluntarios recibían el apoyo de partidos políticos nacionalistas en esos países. Existen denuncias sobre la participación de la policía secreta serbia y croata en el conflicto. Los serbios recibieron el apoyo de combatientes eslavos cristianos de otros países, entre ellos Rusia. Los voluntarios griegos fueron acusados de tomar parte en la masacre de Srebrenica, pues colocaron la bandera de Grecia en Srebrenica, cuando la ciudad cayó ante los serbios.
Los bosnios recibieron el apoyo de grupos islámicos comúnmente conocido como "guerreros santos" (Muyahidines). Hubo también varios cientos del Ejército de los Guardianes de la Revolución Islámica que ayudaron a la del Gobierno de Bosnia durante la guerra.
Inicialmente las fuerzas serbias atacaron a la población civil no serbia en Bosnia oriental. Una vez que las ciudades y los pueblos estaban asegurados, procedían a la expulsión de sus habitantes (limpieza étnica), que en ocasiones incluyó violaciones y asesinatos.
Los serbios tenían superioridad (a pesar de contar con menos mano de obra), debido al armamento que recibieron del Ejército Popular Yugoslavo, y establecieron el control sobre la mayoría de las zonas donde eran mayoría relativa, además de zonas donde eran una minoría significativa en las zonas rurales y regiones urbanas, excluyendo las grandes ciudades de Sarajevo y Mostar. Los dirigentes militares y políticos serbios, recibieron la mayoría de las acusaciones de crímenes de guerra ante el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (ICTY), muchos de los cuales fueron condenados después de la guerra en los juicios.
La mayor parte de la capital Sarajevo, estuvo permanentemente en manos de los bosnios, aunque el Gobierno oficial de la República de Bosnia y Herzegovina siguió funcionando con relativa composición multiétnica. En los 44 meses del asedio, el terror contra Sarajevo y sus residentes varió en su intensidad, pero el objetivo siempre fue el mismo: infligir el mayor sufrimiento posible a los civiles a fin de obligar a las autoridades bosnias a aceptar las demandas de los serbios.
El Ejército de la República Srpska rodeó la ciudad (alternativamente, las fuerzas serbias se situaban en los alrededores de Sarajevo, el llamado anillo alrededor de Sarajevo), desplegando tropas y artillería en las colinas de los alrededores en lo que sería el sitio más largo en la historia de la guerra moderna, durante casi 4 años. Véase sitio de Sarajevo.
Numerosos acuerdos de cesación del fuego se firmaron, pero se violaban una y otra vez cuando una de las partes consideraba que tenía desventaja. Las Naciones Unidas trataron de detener la guerra en varias ocasiones, pero sin éxito, y el tan promocionado plan de paz Vance-Owen, que pretendía dividir el país en tuvo poco impacto.
3.4 Bajas
El número de muertos tras la guerra fue inicialmente estimado en alrededor de 200.000 por el gobierno bosnio. También se registraron alrededor de 1.326.000 refugiados y exiliados.
La investigación realizada por Tibeau y Bijak en 2004 determinó una serie de 102000 muertes y estimó el siguiente desglose: 55.261 eran civiles y 47.360, soldados. De los civiles: 16.700 eran serbios, mientras que 38.000 fueron bosnios y croatas. De los soldados, 14.000 fueron los serbios, los croatas fueron 6.000, y los bosnios 28.000.
Otra investigación fue llevada a cabo por el Centro de Investigación y Documentación de Sarajevo (RDC), basada en la creación de listas y bases de datos, en lugar de proporcionar estimaciones. Estudios demográficos del TPIY en la Unidad de La Haya, proporcionan un número similar de muertos, pero un tanto diferente en distribución étnica.
A partir de octubre de 2006, el de recuento del número de víctimas ha llegado a 97.884.25 Otras investigaciones siguen en curso.
El 21 de junio de 2007, el Centro de Investigación y Documentación de Sarajevo publicó la más amplia investigación sobre las bajas de la guerra de Bosnia-Herzegovina titulado “El libro bosnio de los Muertos” -una base de datos que revela 97.207 nombres de ciudadanos muertos y desaparecidos durante la guerra de 1992-1995-.
Un equipo internacional de expertos evaluó los resultados antes de que fueran publicados. Más de 240.000 bases de datos han sido recogidas, tratadas, estudiadas y evaluadas por el equipo internacional de expertos con el fin de obtener el número final de más de 97.000 nombres de víctimas, pertenecientes a todas las nacionalidades.
De las 97207 muertes documentadas en Bosnia-Herzegovina, el 83% de las víctimas civiles fueron bosnios, el 10% de las víctimas civiles fueron serbios y más de 5% de las víctimas civiles fueron croatas, seguido por un pequeño número de otros, como albanés o romanís.
El porcentaje de víctimas bosnios podría ser superior, pues hay supervivientes de Srebrenica que informaron de sus seres queridos como 'soldados' para acceder a los servicios sociales y otros beneficios del gobierno. La cifra total de muertos podría aumentar hasta un máximo de otros 10.000 para todo el país debido a las investigaciones en curso.
Las grandes discrepancias en todas estas estimaciones son por lo general debido a la contradicción de las definiciones de lo que pueden ser considerados víctimas de la guerra.
Algunas investigaciones calculan solamente víctimas directas de la actividad militar, mientras que otros calculan también víctimas indirectas, como los que murieron como consecuencia de las duras condiciones de vida, hambre, frío, enfermedades u otros accidentes causados indirectamente por la guerra. También se utilizaron cifras más altas cuando muchas de las víctimas se enumeraron dos o tres veces, tanto en civiles como en militares, además de que poco o nada de comunicación y coordinación puede haber entre estas listas en condiciones de guerra. La manipulación con los números es hoy día muy utilizada por el revisionismo histórico para cambiar el carácter y el alcance de la guerra en Bosnia y Herzegovina.
Sin embargo, la mayoría de estudios independientes no han sido acreditados por ninguno de los gobiernos involucrados en el conflicto y no hay resultados oficiales que sean aceptables para todas las partes.
No debe ser olvidado que también hubo bajas significativas por parte de tropas internacionales en Bosnia y Herzegovina. Unos 320 soldados de UNPROFOR murieron durante este conflicto.
miércoles, 17 de junio de 2009
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